jueves, 30 de abril de 2009

El Yangtsé o un viaje a través del tiempo

En las orillas del Yangtsé, el río más largo de Asia que extiende sus aguas a lo largo de unos 6.000 km a través de China, yaks y yurtas coexisten con automóviles y edificios. “Río nutricio” de 600 millones de chinos es, en forma incontestable, fuente de desarrollo. Pero, para poder aprovecharlo, es preciso disponer de los medios necesarios.


© Geoffroy y Loïc de la Tullaye
El Yangtsé, en las cercanías de la ciudad de Yushu.

Los autores del filme documental “Yangtsé. Una aventura de los hermanos La Tullaye”, Loic y Geoffroy, eligieron el Yangtsé para demostrar hasta qué punto el acceso al agua desempeña un papel determinante en la vida humana. Contestan aquí a las preguntas de Katerina Markelova del Correo de la UNESCO.

¿Por qué han elegido el tema del desarrollo en la película “Expedición Yangtsé”?

Geoffroy: Viajar a lo largo del Yangtsé, es viajar a través del tiempo. En las altas mesetas tibetanas existe aúngente que camina tres horas diarias para llegar al agua. Nos hallamos en la edad de piedra. Si descendemos un poco la corriente entramos en la época industrial, con grandes ciudades que empiezan a dominar el agua. En la desembocadura del mismo río, en Shanghai, el agua corriente es permanente. Estamos en plena modernidad.

En nuestro documental quisimos mostrar el vínculo existente entre acceso al agua y nivel de desarrollo. Rápidamente, China nos pareció el sitio ideal por su extraordinaria diversidad de maneras de “vivir el agua”.

Loic: Gracias a esta expedición pudimos redescubrir nuestro pasado. Para nosotros, era importante revivir la evolución que conocieronlos países occidentales y que hoy en día nos permite beber agua del grifo.

El objetivo del viaje fue también poner en imágenes las relaciones entre el hombre y el agua. En Occidente otorgamos escasa importancia a este recurso vital. Disponemos de él a voluntad, a tal punto que sale agua caliente del grifo. Peor aún, utilizamos agua potable en los aseos. Para la mayoría de la gente del planeta esto es incomprensible. En China, por ejemplo, el agua es tan preciosa que el Yangtsé se considera un río nutricio, como una madre.



¿Existe una relación directa entre agua y desarrollo?

G : Absolutamente. Debido a su aislamiento geográfico, los habitantes de las altas mesetas tibetanas están, de alguna manera, condenados al subdesarrollo. Por supuesto, la línea ferroviaria inaugurada en 2006 servirá a desenclavar el Tíbet, pero de momento el modo de vida no tiene nada de moderno. Una estudiante tibetana que pasaba sus vacaciones en su aldea natal, Qmar He, nos dijo que todo su tiempo libre lo empleaba en ir a buscar agua. En cambio en la ciudad, ese tiempo lo dedica al ocio y a la lectura.

Algo más lejos, río abajo, vimos un molino de agua, cosa que de por sí es ya un signo de desarrollo. Pero hizo falta mucho tiempo para que un mecanismo de tal naturaleza, sin embargo simple, se pusiera en marcha. Unos 1.000 km más abajo nos topamos con la famosa Presa de las Tres Gargantas, que también es un molino de agua, sólo que muchísimo más grande. Terminada en 2009, es el resultado de un trabajo monumental que duró 15 años. Aún más lejos nos vimos confrontados con la paradoja que caracteriza a todas las sociedades desarrolladas: ¡se quiere consumir agua pura y al mismo tiempo se vierten todos los residuos en el río! Por último, llegados a Shanghai, nos encontramos con una sociedad que comprendió desde hace mucho tiempo que para tener agua pura hay que tratar las aguas usadas.

Acceso, dominio, securización y gestión del agua de manera sostenible son las etapas de evolución que observamos a lo largo del Yangtsé.



Ustedes han podido observar la mayor presa del mundo, la de las Tres Gargantas. Es cierto que permite la navegación, por tanto el desarrollo, pero también causa importantes problemas en el medio ambiente...

G : Es cierto. La presa hizo del Yangtsé una gran vía de crecimiento que vincula el este desarrollado con el oeste subdesarrollado. Desde que el río es navegable, la ciudad de Chongqing, situada más arriba de la presa, crece con la facilidad de los hongos. ¡Mil personas se instalan en ella todos los días! En la actualidad supera los 32 millones de habitantes.

L : A esto hay que añadir que hoy día la mayor parte de las aguas servidas se vierten directamente en el Yangtsé. El agua contaminada llega luego a la presa, donde se estanca, pierde todo su oxígeno y sufre la eutrofización. El espesor de las algas en ciertos lugares del río llega hasta los 30 cm.

Matar al Yangtsé es matar a 600 millones de personas que viven en la cuenca del río, vale decir el 10% de la población terrestre. Si los chinos no actúan muy rápido transformarán la Presa de las Tres Gargantas en una gran cloaca, un vertedero al aire libre. Ellos son muy conscientes del fenómeno. Si no se toman medidas inmediatas, el tratamiento que los chinos tendrán que aplicar al agua del Yangtsé para hacerla potable será mucho más complicado de lo que es hoy día, léase imposible. Es necesario saber que en China el agua de superficie representa la principal fuente de agua potable contrariamente al agua subterránea que prácticamente no es explotada.

¿Qué ocurre con la biodiversidad en el río Yangtsé ?

G : En 2006, la contaminación, la presa, la intensificación de la navegación, la pesca extensiva acarrearon la extinción del delfín del Yangtsé. La desaparición de esta especie emblemática provocó muchos comentarios, pero existe aún un número considerable de especies amenazadas de las cuales no se habla, como la marsopa del Yangtsé, también endémica.

La desaparición del delfín también es un toque de alarma. Incluso si no se habla de sobrepoblación del planeta, podemos preguntarnos si el próximo mamífero en vías de extinción no será el hombre. Unos tres millones de personas en los países en vías de desarrollo mueren anualmente a causa de enfermedades relacionadas con el agua. Cada 17 segundos un niño muere de diarrea. Cabe preguntarse, pues, si el proceso no ha comenzado ya…

Para concluir debemos decir que el objetivo de nuestras expediciones no es criticar, sino brindar a la gente instrumentos que les permitan interpretar mejor su medio ambiente y actuar, para preservarlo mejor.


Foto 2 © Geoffroy y Loïc de la Tullaye
La vida diaria en la aldea miao de Ajigen.

Foto 3 © Geoffroy and Loïc de la Tullaye
Barcos con rumbo a Shanghai, en espera de franquear una esclusa de la presa de las Tres Gargantas.


Información de http://portal.unesco.org


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