sábado, 16 de mayo de 2009

En la escuela del futuro

© Imagen Tang Ming
Una “lección práctica” en el Río Baicao (Sichuan, China).

Educación para el desarrollo sostenible… el concepto, acuñado hace sólo cuatro años, es todavía incipiente, pero se abre paso. Desgina una forma de educación cuyo objetivo es hacernos capaces de hacer frente a muchos de los principales desafíos actuales: la protección del medio ambiente, el respeto de la biodiversidad, la defensa de los derechos humanos… y apuesta por el futuro.

La Conferencia Mundial de la UNESCO sobre la educación para el desarrollo sostenible, que se celebró en Bonn (Alemania) del 31 de marzo al 2 de abril, demostró que muchos países ya han puesto en marcha estrategias para fomentarla. La educación para el desarrollo sostenible se hace realidad en multitud de iniciativas. Este número del Correo de la UNESCO nos presenta algunas.

© Imagen Trópico
Este rompecabezas muestra los efectos negativos de la contaminación (Proyecto “Carpa verde”, Bolivia).


¿Qué es la educación para el desarrollo sostenible? Una educación que apuesta por el futuro y trata de capacitarnos para afrontar algunos de los desafíos más importantes planteados por el mundo de nuestros días: la protección del medio ambiente, el respeto de la biodiversidad y la defensa de los derechos humanos.

Hace algo más de veinte años, la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo hizo un llamamiento para adoptar un modo de desarrollo capaz de “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”. Esta frase resumía la esencia del desarrollo sostenible: una visión a largo plazo que nos incita a asumir nuestras responsabilidades para con el presente y el pasado a un tiempo.

Esta toma de conciencia condujo a los países del mundo a adoptar en el año 2000 los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, que apuntan a la erradicación de la extrema pobreza y el hambre, la mejora de la salud de la madre y el niño, la lucha contra el VIH y el sida, la universalización de la enseñanza primaria, la promoción de la igualdad entre los sexos y la sostenibilidad del medio ambiente. No cabe duda de que la educación es un elemento imprescindible para alcanzar esos objetivos y en esta convicción se ha basado la proclamación –en 2005– del Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible (DEDS).

La educación para el desarrollo sostenible (EDS) establece nuevas orientaciones para el aprendizaje en varios planos. En primer lugar, la EDS exige la adopción de un enfoque interdisciplinario que integre los aspectos sociales, ambientales, económicos y culturales del desarrollo, y que nos haga cobrar conciencia de nuestra interdependencia con los demás, con el mundo circundante y con la naturaleza, capacitándonos así para abordar los problemas de la protección del medio ambiente, la preservación de la biodiversidad y la defensa de los derechos humanos. En segundo lugar, la ESD propicia la adquisición de un espíritu crítico y de la capacidad para tomar decisiones y resolver problemas. A este respecto, cabe señalar que los docentes tienen un importante papel que desempeñar, estimulando el diálogo, el trabajo en equipo y el espíritu de iniciativa. En tercer lugar –y esto es lo más fundamental– la EDS promueve valores como la paz y la igualdad, así como el respeto de los demás, del entorno social y del medio ambiente. La ESD trata de que los educandos adquieran autonomía gracias a los conocimientos, competencias y valores que aporta, para hacer de ellos protagonistas efectivos del cambio.


Replantearse los objetivos de la educación

Foto 2 : © Daniel Mas
La educación para el desarrollo sostenible valoriza los aspectos sociales, ambientales, económicos y culturales del desarrollo.


La Conferencia Mundial de la UNESCO sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible, celebrada del 31 de marzo al 2 de abril en Bonn (Alemania), ha puesto de manifiesto que muchos países han preparado ya marcos estratégicos innovadores en favor de la educación para el desarrollo sostenible. El Decenio les ha incitado a replantearse los objetivos de la educación, los contenidos de los planes de estudios y las prácticas pedagógicas, como complemento de los esfuerzos que están realizando para conseguir la Educación para Todos (EPT).

El Decenio ha dado lugar a la adopción de un sinnúmero de iniciativas y proyectos encaminados a aplicar en la práctica la EDS, tanto en el marco de los centros docentes como fuera de ellos. No obstante, los progresos en este ámbito son desiguales y es preciso perseverar en la tarea de sensibilizar a la opinión pública. Es necesario unirse para que la EDS se convierta en un principio rector que permita mejorar la pertinencia y la calidad de la educación mediante un compromiso de los responsables de la adopción de políticas, los centros de formación del profesorado, las universidades y otros asociados importantes. También tenemos que aprovechar todas las oportunidades que se presenten para insistir en lo fundamental que es la EDS.


La educación debe aportar respuestas a la crisis actual

La presente crisis financiera y económica nos impele a insistir en ello de forma más apremiante que nunca. La reducción de la pobreza y la edificación de sociedades más igualitarias, orientadas hacia la paz y sostenibles, sólo se conseguirán si las personas de toda edad adquieren conocimientos, competencias y valores que les permitan informarse adecuadamente y tomar decisiones responsables. Una educación de calidad que propicie la toma de conciencia, la apertura, la solidaridad y la responsabilidad, debe ser parte integrante de cualquier respuesta a la crisis mundial actual.

Como puede verse en este número de El Correo de la UNESCO, es posible lograr progresos cuando los alumnos, los profesores, las escuelas y las comunidades se movilizan para afrontar los desafíos planteados en el plano social y ambiental. Pero, ante todo, es necesario que los dirigentes y los responsables de la adopción de decisiones creen las condiciones necesarias para que la educación pueda orientarse hacia la creación de sociedades de desarrollo sostenible más justas.


Nicholas Burnett, Subdirector General de Educación de la UNESCO

Información de http://portal.unesco.org/

No hay comentarios.: